Habiendo terminado el recuento de discos de la década me doy a la tarea de comentar una serie de álbumes editados este 2010 y que había dejado de lado por el asunto del recuento pese a que merecen ser destacados (ya sea por lo buenos , malos, interesantes o decepcionantes). Así que acá voy. La partida la daré con el último trabajo de la banda norteamericana Korn.
En general no soy muy amigo de las clásicas "vueltas a las raíces" que se viven en el mundo del rock. Eso de andar recuperando viejas fórmulas para justificar la falta de creatividad actual me parece incluso algo patético. Debo reconocer por tanto que desde el momento en que conocí el título de este disco ("Recuerda quien eres") ya me cayó mal. Sin embargo la música tiene esa maravillosa cualidad de hablar por si misma. Y cuando un disco funciona bien, cualquier tipo de prejuicio pasa a segundo plano. En ese sentido este "Korn III: Remember who you are" se mueve en un nivel más que aceptable.
Ya en 2007, tras la edición de "Untitled", se insinuaba la intención por parte de Korn de trabajar un disco que recuperara el espíritu desarrollado en sus primeros dos discos. Esa ira que parecía incontenible, que se vomitaba en cada acorde de canciones tales como "Blind" o "Clown" (entre tantas otras de aquellos años) y que de cierta manera se había extraviado durante la última década en medio de tanta experimentación. Pues bien, acá la banda se volcó directamente en la búsqueda de un sonido directo y honesto, plasmando todo en 11 canciones y 45 minutos de música.
Y bueno, luego de oír el disco muchas veces debo admitir que el objetivo se cumplió. "Korn III: Remember who you are", si bien no es un disco perfecto y probablemente no se sitúe entre los mejores albumes de la banda, al menos marca claras diferencias frente a sus anteriores trabajos y definitivamente funciona como un paso hacia adelante dentro de la discografía de Korn.
Lo primero a mencionar en cuanto al álbum en si tiene relación con el sonido, claro y limpio, dejando de lado esta vez el trabajo de teclados y efectos vocales que caracterizaron a discos como "Untouchables" (2002) o "See you on the other side" (2005). Esta declaración de principios se percibe de inmediato con las dos primeras piezas del álbum. El bajo y las guitarras vuelven a ser protagonistas en el sonido de la banda y Jonathan Davis en las voces demuestra una vez más la tremenda calidad interpretativa que posee sonando completamente visceral en la excelente "Oildale ( leave me alone) " y con una impecable potencia en "Pop a pill".
Ahora, las estructuras tradicionales vienen en la mitad del álbum y junto a ellas aparece quizás el único "pero" que le encontré a este buen disco. Y es que muchas canciones me parece terminan no escapando a la melodía fácil y por momentos repetitiva. Es el caso de "Fear is a place to live"o "Move on", las cuales sin ser malas canciones tienden a repetirse un tanto en los coros y terminan siendo sólo eso, buenas canciones. Algo parecido me ocurre con "Lead the parade" , "Let the guilt go", "The past" y "Never around" todas muy potentes pero carentes de un trabajo más allá de lo justo y necesario.
Definitivamente lo mejor de este "Korn III" está en el principio y final. Los 7 temas centrales cumplen pero son las dos primeras y últimas las que sin duda alguna representan lo más interesante del álbum. Y así como "Oildale (leave me alone)" y "Pop a pill" traían de regreso la ira al sonido de Korn, con el cierre del disco, de la mano de "Are you ready to live?" y "Holding all these lies" el desgarro y la descarga emocional es completa. Dos canciones en donde la banda se muestra entregándolo absolutamente todo, dejando el alma en el estudio. ¿Y eso es lo que se pide y agradece de una banda, no?
Nuevamente Jonathan Davis se luce y se lleva parte importante del peso de los temas. Perdonen que sea tan insistente en este punto pero es que las interpretaciones que logra el hombre en estas últimas mencionadas deben estar entre los trabajos mejores logrados en la carrera del vocalista. A continuación les dejo ambas joyitas para que entiendan a que me refiero.
En definitiva son muchos los puntos positivos que contiene este último trabajo de Korn. El dar lugar a la sensación de estar frente a un disco honesto, un álbum que por momentos logra ponerte los pelos de punta gracias a una entrega que hace mucho no se sentía en la banda, esto además de ser un disco muy regular que se mantiene siempre en un buen nivel y que incluso por momentos se dispara muy arriba (como mencionaba antes, en el comienzo y final). Queda pendiente eso si el desafío de entregar un álbum que rompa un poco más con las estructuras típicas que suele trabajar la banda. Veremos como se viene el siguiente disco, al menos acá cumplieron.
6,5 / 10
Cumple y un poco más...
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