Odd soul
2011
Esta reseña la voy a disfrutar. Una de las mejores bandas de la última década está de regreso con su tercer álbum. Una de las mejores y más sub valoradas a la vez. Quizás sin el carisma adolescente de The Killers, sin la actitud rock star de Arctic Monkeys o sin la facilidad melódica de Coldplay, lo de Mutemath ha pasado algo desapercibido frente a los oídos del mundo, pero acá el talento y la creatividad sobra, Odd soul ratifica aquello.
Los dos discos anteriores de Mutemath son realmente excelentes (si no los has oído no se que esperas) por lo que el desafío acá no era menor y el dilema era ver por donde disparaban esta vez. La banda ha estado a la altura de las circunstancias entregándonos un trabajo solido, que conserva el sonido siempre inquieto y característico de sus primeros trabajos pero que no se cansa de experimentar al mismo tiempo. Hoy se han ido más por los teclados que por las guitarras, por una producción exquisita que huele a psicodelia setentera y que se disfruta por montones.
El disco comienza con esta linea mencionada, muy retro en el sonido. Sorprenden "Odd soul", "Prytania" y "Blood presures" ya que no suenan al Mutemath de siempre, la partida no es comercial, ni melódicamente tan fácil de aceptar como en trabajos anteriores. No es que se trate de un álbum alternativo ni nada por el estilo, pero es evidente que esta banda trabaja pensando en la música, en su riqueza y no en cuantos estadios van a llenar con tal o cual canción (¿Alo, Coldplay?). Hay mucha riqueza instrumental y en ningún momento sientes estar frente a un "posible hit" (asunto que si ocurría en sus dos primeros discos). La bofetada se siente pero el trabajo está tan bien llevado que el golpe viene bien.
Recién al cuarto tema reconocemos a la banda. Vuelven a sonar modernos gracias al ritmo acelerado de "Heads up" y el exquisito coqueteo electrónico de "All or nothing" (si esta canción la compone Radiohead estoy seguro que todos babean, pero como es Mutemath la locura no se desata ... ¿Qué injusto el mundo , no? ) .
La segunda parte del álbum se carga más aún a la psicodelia, la indagación en el pasado y la producción retro. El disco vive sus mejores momentos en la pasada por "Allies", la increíble "Calvaries" y "Walkind paranoia". Luego "Equals" + "Quarentina" funcionan como una sola canción y nos recuerdan durante 10 minutos el que estamos frente a una banda realmente brillante y para el final Mutemath entiende que todo gran disco debe acabar con un buen lento, en este nos regalan "In no time", cierre soberbio para un álbum que debería ser mencionado a fin de año como uno de los grandes. Un verdadero derroche de creatividad que en lo personal me ha dejado muy pero muy feliz, creo que se nota.
4 / 5
Excelente