domingo, 30 de junio de 2013

Black Sabbath: 13 (2013)

¡A callar novatos!

Durante 2012, a 35 años del último disco de Black Sabbath con Ozzy Osbourne en las voces, conocimos la noticia de que estos caballeros volverían a trabajar juntos en estudio. La noticia sacudió al mundo de la música, sin embargo, digámoslo con todas sus letras: había más miedo que ansiedad. Un Ozzy viejo y en condiciones vocales no óptimas, un Tony Iommi en tratamiento por un linfoma recientemente encontrado en su organismo y un Bill Ward que decidía no unirse al proyecto hacían presagiar un desastre de proporciones. Posteriormente conocimos el título del álbum y junto a él una horrible portada que incluía un 13 en llamas, la sensación era una sola: estos tipos volvieron por el dinero y nada más. Por si fuese poco, el disco sería producido por Rick Rubin, un hombre que en los inicios de su carrera estuvo perillando trabajos que cuentan con un sonido exquisito, como el Ballbrearker de ACDC o One hot minute de Red hot chili peppers pero con el tiempo terminó produciendo tarros inaudibles, como Californication de los mismos Chili Peppers o el Death Magnetic de Metallica. En fin, razones para desconfiar de lo que se venía habían de sobra.

El disco desde hace un tiempo vive entre nosotros y desde ya, nobleza obliga: habrá que tragarse cada uno de mis prejuicios. 13 es un trabajo sólido, que funciona tanto por la calidad de sus temas, como los ambientes que logra y la diversidad de su sonido. Independiente de que se trate de Black Sabbath, el disco se sostiene sin problemas. Ahora, si asumimos de quien viene, igual el disco sigue funcionando, es decir, 13 es un álbum que logra ubicarse a la altura del legado de la leyenda.

Esperar que a estas alturas de sus vidas, habiendo compuesto tanta música en el pasado, estos caballeros volviesen a inventar la rueda era absurdo, nos conformábamos con que el espíritu y las interpretaciones estuviesen presentes, cosa que ocurre. Desde la oscura partida a cargo de los 8 minutos de "End of the beginning" el asunto anda, de hecho luego de una lenta partida el bueno de Iommi nos entrega con su guitarra exactamente lo que buscábamos. Ozzy por su lado, sin brillar, cumple tanto vocalmente como con las letras (en general me sorprendió lo personales que estas tienden a sonar).  


"God is dead", el single de adelanto que la banda compartió con nosotros, no convenció del todo en su momento y en el contexto del disco sigue sin hacerlo. No es un mal tema pero se estorba con "End of the beginning" básicamente porque ambas se mueven en frecuencias similares, comienzan lentas y oscuras para tras 5 minutos reventar. Creo que si hubiese sonado al final del disco se habría disfrutado mejor. Ahora, tras las dos mencionadas el álbum agarra fuerza en base a diversidad y potencia. "Loner" es dueña de un rock más tradicional y directo, mientras que "Zeitgeist" posee un sonido acústico que recuerda muchísimo aquella joya setentera que fue "Planet caravan" (versionada de manera maravillosa en los noventa por Pantera, imposible no mencionarlo). 

La segunda parte del álbum estará completamente volcada sobre las guitarras y sonará más monocorde. Acá el patrón se reconoce y esa irregularidad que se sintió en los primeros 4 temas desaparece por completo, "Age of reason" y "Damaged soul" deben ser probablemente los temas que reviven de mejor manera el peso y la densidad sonora que Black Sabbath nos entregó en sus primeros discos y son precisamente las canciones que terminan por convencerte de que estás frente a un gran trabajo. Entre ellas suena "Live forever" , otro tema corto y directo, en la linea de la ya mencionada "Loner" aunque con una letra mucho más introspectiva en donde Ozzy reflexiona acerca de su edad y el inevitable fin que cada vez se encuentra más cerca. Llegamos al final con los 7 minutos de "Dear father", para mi, lo más moderno que posee el álbum y quizás el único tema de este que me sonó más Ozzy Osbourne que Black Sabbath

Son más de 50 minutos de oscuridad repartidas en 8 canciones, además de 3 extras que es imposible no destacar y que vienen en la edición limitada del álbum, me refiero a las excelentes "Methademic", "Peace of mind" y "Pariah", tres buenas piezas (sobretodo "Methademic", que es un temón), muy directas, que supongo no fueron incluidas en el disco por no ser tan oscuras como las ocho que si entraron. 

En el global me atrevería a afirmar que 13 es el cierre de carrera que un grande como Black Sabbath se merecía luego de una historia llena de idas y vueltas. Un disco soberbio, de gran factura y que me parece permitirá que nuevas generaciones conecten con el sonido de la banda. Black Sabbath es historia y por ahora, presente, disfrutémoslo mientras dura.

8/10
Excelente.

martes, 25 de junio de 2013

Leprous: Coal (2013)

Carbón que se vuelve el más brillante diamante

Que importante es el que una banda cuente con un gran vocalista. No olvidemos que dentro de un conjunto de arreglos, la voz es un instrumento más y mientras mayor variedad de registros esta posea, más amplio será el abanico musical que una agrupación podrá abarcar. Ahora, si una gran voz se conjuga con una banda que vive un tremendo momento creativo, los resultados pueden ser descomunales, asunto que ha sucedido este 2013 con los noruegos de Leprous, quienes llegan con su tercer disco bajo el brazo y la confirmación de que estamos frente a una de esas agrupaciones que no se pueden dejar pasar.

El principal mérito de Leprous siento que está en poseer esa bendita capacidad de romper los límites de lo encasillable. Hay mucho de rock progresivo en su sonido, sin embargo, las estructuras densas, rebuscadas, técnicamente bien interpretadas, que incluso cuentan con una carga de agresividad importante acá contrastan (en un buen sentido) con un excelente trabajo melódico. Esto no es técnica sin un sentido, rapidez por rapidez ni violencia porque si, nos encontramos frente a una de esas bandas que canaliza cada vez mejor su sentir al punto de lograr en Coal un grado de madurez que roza la perfección. 

Contundencia. Si tuviese que definir este álbum en una palabra sería aquella, es un disco contundente. Esto se aprecia desde un primer momento gracias al mazazo que es "Foe", un tema aparentemente sencillo, de carácter introductorio, lento pero golpeado, que entrelaza juegos vocales y potentes guitarras. Sirve como para calentar el ambiente. Ahora, más clásico dentro de lo que sería la movida progresiva suena la absolutamente fantástica "Chronic", segundo tema y la banda saca a la vista todo el armamento:  velocidad, peso, magníficos coros, acá está todo, dan ganas de pararse a aplaudir. Luego "Coal" (la canción) repasa el asunto, metal de la mejor especie que recuerda por segundos ese sonido inquieto que alguna vez le hemos escuchado a Devin Townsend en sus más recientes proyectos. 



Cuando crees que lo has escuchado todo, que ya comprendiste por donde van los dardos de este álbum, cuando esperas una seguidilla de buenos temas veloces y violentos, aparece "The cloak". Es un tema pop, a secas. Melódico a rabiar, lleno de falsetes en los coros, una canción que en un inicio no parece conectar con los dos temas anteriores, sin embargo el trabajo está realizado con tanto talento que acá todo funciona. Segundo momento en que sientes ganas de aplaudir. 



La segunda parte del álbum está marcada por dos piezas fenomenales de 9 minutos cada una. En primer lugar aparece "The valley", con la cual el sonido progresivo vuelve a tomarse el álbum, aunque esta vez, a diferencia de lo trabajado en "Chronic" o "Coal" el sonido se aleja de la agresividad para dejar en primer plano las melodías y una extraordinaria interpretación vocal. Por otro lado, "Echo" es más grandilocuente, una de esas canciones enormes, con cambios de estructuras y coros épicos. Tercer momentazo del álbum. Ahora, si "The valley" y "Echo" hubiesen estado juntas creo que se habrían terminado estorbando, es por esto que la banda de manera muy inteligente situó a "Salt" entre ambas, un tema muy tranquilo que permite dar una pausa entre joya y joya. El final del disco llega con "Contaminate me", el tema más brutal del álbum, directo y al hueso, como para recordarnos que este es un disco de metal que abrió alas hacia distintos rincones pero sigue siendo un disco de metal. 

Es difícil encontrar las palabras adecuadas cuando se habla o escribe acerca de un trabajo tan sólido. Uno quisiese abarcar todo en unos cuantos párrafos pero conceptualizar la música es imposible. El arte es expresión, sentimientos, el arte provoca algo en quien escucha o visualiza una obra y aquello no se puede conceptualizar con certeza. Pero este trabajo está a la altura de grandes discos de metal de la historia por lo que mi consejo final es uno solo: disfrútenlo, esto es manjar. 

10 / 10 
Obra maestra

viernes, 21 de junio de 2013

Amon Amarth : Deceiver of the Gods (2013)

Todo lo que sube tiene que bajar

El metal vikingo de los suecos de Amon Amarth venía desde hace unos años claramente en ascenso, encontrando para algunos su mejor momento en "Twilight of the thunder gods" (2008) mientras que para otros en "Surtur rising" (2011), sea como sea los tipos lograron generar un nombre dentro de la escena del metal gracias a un sonido potente, una colección de riffs de mucho peso, un doble pedal constante y estructuras sencillas, cargadas de melodías fáciles de reconocer y con las que no cuesta enganchar. 

La fórmula había generado buenos dividendos, sin embargo, bien sabemos que en esta vida nada es eterno y solo contadas bandas han podido sostener un sonido en el tiempo sin mostrar una evolución importante, de hecho pienso en ACDC y no se me ocurre otra banda que haya sido capaz de sobrevivir fiel a una única formula, pero ACDC hay uno solo en la historia, el resto de los mortales ha debido constantemente revisar sus direcciones para lograr perdurar. Pues bien, no se si por presión del sello o simplemente por falta de ideas, los nenes de Amon Amarth han decidido entregarnos el clásico "más de lo mismo", es así como Deceiver of the gods trae de regreso todo lo que los suecos tan bien saben hacer (incluida una brillante portada marca de la casa), el problema es que esto ya se ha hecho antes y bastante, por lo que el factor sorpresa tiende a cero.

Cuando un sonido suena tan repetitivo el asunto se limita simplemente a que las canciones sean buenas y ahí el cuento queda a gusto de quien consume. En lo personal rescato el doble pedal y la velocidad que se vive en el nudo del disco con la pasada por "Shape shifter"/"Under siege"/"Blood eagle", además de la densa "We shall destroy", probablemente el único tema del disco que me sonó a algo diferente, más oscuro y no tan melódico como el resto. Ojalá el disco hubiese ido un poco más por ahí. 

Si este es el primer disco que escuchas de Amon Amarth probablemente el álbum te agrade, hay buenas canciones en él (aunque yo te invitaría a escuchar los dos anteriores primero), ahora, si eres de los que viene siguiendo la carrera de estos suecos creo que el disco te decepcionará un tanto, al menos a mi no me dijo nada muy novedoso. 

5 / 10
Nada muy especial...

miércoles, 19 de junio de 2013

Kadavar - Abra Kadavar (2013)

Agradable bálsamo de nostalgia

Se viene mi reseña acerca del regreso de Black Sabbath y que mejor forma de amenizar la espera comentando el segundo álbum de Kadavar, unos barbudos alemanes que han decidido revitalizar el hard rock y la psicodelia setentera propia de bandas tales como los mencionados Black Sabbath, Led Zeppelin entre tantos otros. Ahora, la pregunta es legítima: ¿qué gracia podría tener el escuchar a una banda que suena declaradamente como un refrito? La respuesta es igual de inmediata... ¿no es todo lo que escuchamos un refrito del pasado? ¿Existe algún sonido en la actualidad realmente novedoso? El asunto está en que Kadavar no esconde las influencias sino que las reconoce, expone (incluso en la imagen que entregan) y desarrolla sin remordimientos, esto con el plus de trabajarlas mediante una producción muy actual, agregando al cóctel ciertos elementos progresivos y modernos que terminan por generar un resultado bastante atractivo. 

Es difícil acá hablar de canciones en particular ya que todo el álbum funciona en la misma linea, ahora, se logra reconocer una linea muy de vieja escuela, purista y densa en canciones como "Doomsday machine", "Eye of the storm" o "Rythm of the endless mind" (esta última es psicodelia pura,mi favorita del disco ) y otra más dinámica con la que cuesta menos enganchar, acá destaca la partida a cargo de "Come back to life", "Dust" o "Fire". Mención aparte para el final a cargo de la dupla "Abra kadavar" / "The man I shot", las dos cuentan con un sonido muy clásico pero destacan por sus exquisitos alargues instrumentales que dan rienda suelta a la creatividad de la banda.  En el global, al álbum solo le criticaría el exceso de temas, 45 minutos de música en una misma linea me terminó agotando. Me sobraron dos o tres canciones. 

En definitiva el principal mérito de Kadavar está en lograr un grato equilibrio entre un evidente sonido retro y una producción moderna, ahora siendo claros, esta propuesta se puede sostener por uno o dos álbumes, otro más en esta linea y yo al menos me bajo del buque. Por el momento el asunto se sigue disfrutando.

3 / 5 
Bueno, cumple.


lunes, 17 de junio de 2013

Beady Eye: BE (2013)

Para aquellos días de insomnio... 


En 2008 tuvimos el último álbum de Oasis, un más que correcto Dig out your soul. Posteriormente tres de los cuatro integrantes de la banda decidieron armar un nuevo proyecto titulado Beady eye, el cual debutó en 2011 con Different gear, still speeding, un álbum que pese a no ser ninguna maravilla ni presentar algo novedoso en su sonido, al menos contaba con 3 a 4 canciones de muy buen nivel y una renovada energía que dejó un buen sabor en nuestras bocas. Quizás las buenas sensaciones se debieron precisamente al que en un inicio no esperábamos demasiado de la banda liderada por Liam Gallagher pero hoy, a dos años del debut, las expectativas eran diferentes, la vara se encontraba un poco más alta (tampoco demasiado) y en aquel desafío los nenes de Beady eye han terminado sucumbiendo de lleno, entregando un álbum que se encuentra muy por debajo del debut y que incluso frente al disco más discreto de Oasis queda mal parado (lo siento, las comparaciones son inevitables).

BE (¡hasta el título es insípido!) comienza muy bien e ilusiona. "Flick of the finger" suena osada gracias a esos vientos que acompañan todo el tiempo y un Liam que sin subir demasiado las notas al menos suena con fuerza. El problema es que la fuerza del disco llega hasta ahí, dura exactamente 3 minutos y 45 segundos ya que, a partir de entonces, comienza un desfile de melodías repetitivas e intrascendentes, una tras otra. Algo, algo hay en la balada "Soul love", en el delay vocal de "I'm just saying" y en la dinámica acústica de "Shine a light", algo. Pero el resto es para el olvido. La pasada por "Second bite of the apple" / "Soon come tomorrow" / "Iz rise" no se la deseo ni a mi peor enemigo y de igual manera el final a cargo de la dupla "Ballroom figured" / "Start a new" es como para no volver a darle play jamás a este disco.

¿Lo mejor? La portada (si, definitivamente la portada) y "Flick of the finger". Todo el resto no da ni para análisis. No es que sean malos temas, es que aburren. 

3 / 10
Lo dicho: plano como una tabla.

miércoles, 12 de junio de 2013

Queens of The Stone Age: ... Like clockwork (2013)

Lo esperado y mucho, mucho más.

Con una sólida carrera a cuestas, quedaba pendiente el "disco maduro" de Queens of the stone age. El rock and roll, el filo, las guitarras, actitud y todo eso estaba, lo encontramos en discos anteriores de la banda pero de cierta forma faltaba ese álbum redondo, cuidado al detalle, aquel que combinase nivel, peso y un sonido dispuesto a trascender, que es por lo que han ido en  ... like clockwork, el esperado regreso de Josh Homme y compañía tras seis años de silencio. El hombre se ha tomado su tiempo, consiente seguramente de que la jugada tenía que ser correcta y bueno, los resultados han terminado dándole la razón en un disco no brillante pero si sólido en todas sus líneas.

Desde sus primeros minutos ...like clockwork deja muy en claro que no pretende ser un disco fácil ni inmediato. La partida con "Keep your eyes peeled" es lenta y densa, marcada todo el tiempo por un bajo sucio y guitarras que entran con potencia de vez en cuando pero sin cambiar demasiado la intensidad del tema. La pieza es completamente introductoria y, como indica el manual, da paso al rock de "I sat by the ocean", muchísimo más directa, tradicional, que juega con cambios de ritmos y acelerados coros. Algo similar viviremos un poco más adelante con la sólida dupla "If I had a tail" + "My god is the sun" (la apuesta a ser hit del disco), dos que funcionan muy pero muy bien y que entregan esa dosis de rock a la vena precisa que todo buen disco del género necesita. Ahora, por más que existan algunas aceleraciones, el disco jamás acaba de desatarse y aquella sobriedad se verifica en algo como "The vampyre of time and memory", donde buscan generar potencia mediante momentos más reflexivos. 

Entrando en el nudo del álbum aparece la sección más experimental de este, de acá en adelante cada tema contará con su propia atmósfera. "Kalopsia", con colaboración de Trent Reznor incluida, debe ser lo más extravagante del disco, un verdadero manjar de arreglos en donde se logran apreciar más que en cualquier otra canción del álbum las ansias por experimentar de un inspirado Josh Homme. Le sigue "Fairweather friends", mucho más tradicional en su rock, aunque no por esto menos lograda y que cuenta con la participación de Elton John en el piano (colaboración no del todo aprovechada hay que decirlo) y casi entrando en recta final aparece la bailable "Smooth sailing", otro experimento desafiante en donde la banda se desdobla pero sale bien parada.

Todo gran álbum debe tener un diamante que resalte por sobre el resto con fuerza propia y aquello se pretende mediante la intensidad de "I appear missing", la gran joya del álbum sin lugar a dudas, un sonido que comienza muy abajo para ir creciendo en energía y acabar desatando la tormenta en medida que avanzan los minutos, una tormenta que precederá a la calma que se marca con el melancólico piano de "...like clockwork", un cierre de altura, digno de un álbum completamente redondo.

Se hicieron esperar y generaron ansiedad, sin embargo, nada de eso habría tenido sentido si no hubiesen sido capaces de entregar un trabajo tan sólido como este. Un disco que logra sonar fresco sin necesidad de recurrir a viejas fórmulas, un álbum de rock elegante, contenido pero eficaz. 

¿Canciones? "If I had a tail" + "My god is the sun", "I appear missing" + "...like clockwork"


8,5 /10
¡Excelente!

domingo, 9 de junio de 2013

U.D.O: Steelhammer (2013)

Acero que golpea nuestros craneos


Luego de Brian Johnson (ACDC), la "voz de vieja" por excelencia debe ser la del alemán Udo Dirkschneider, quien en este 2013 llega para confirmar su mejor racha en más de una década, complementando lo que fue el fiero Rev-raptor (2011).  Acá no hay mucho que descubrir ni acotar, Steelhammer es un gran disco de heavy metal, como si los años no pasasen para el buen Udo nos encontramos frente a un trabajo que desde sus primeros acordes ostenta una única pretensión: hacerte pasar un buen rato de la mano de un sonido directo, purista, veloz, potente y vieja escuela. Acá nos encontramos con guitarras afiladas y veloces, un doble bombo constantemente presente, excelentes coros melódicos y una correcta producción a cargo del mismísimo Udo, quien parece que se cansó de sonar moderno como en anteriores trabajos y esta vez se lanzó en busca de un sonido muy limpio que permite disfrutar con facilidad la música.

Pese a funcionar todo el tiempo en una misma linea sonora, los tiempos del disco son muy variados y he ahí su principal mérito. Encontramos velocidad y verdaderos mazazos al cráneo del metalero en la partida a cargo de "Steelhammer", en la crítica social de "Basta ya", interpretada en un simpático espanglish a dúo con Victor García, vocalista de los españoles WarCry o en el magnífico doble pedal de "Death ride" + "Stay true". Sin embargo, de igual manera tenemos medios tiempos muy bien logrados en "A cry of a nation", con un mensaje crítico y emocional acerca del calentamiento global,  en la excelente "Metal machine" (single promocional del álbum) , un absoluto temazo del que cuesta no engancharse de inmediato o en "Devil's bite", la cual tras un curioso tributo a los alemanes de Kraftwerk da paso a clásicas guitarras.

Encontrarse con un tipo que tras tantos años siga defendiendo un estilo con tanta pasión realmente conmueve, algo parecido me ocurrió este 2013 con Saxon y Sacrifice, otro álbum para aplaudir de pie. Estas son bandas que alimentan el alma de quienes aman el rock, bandas que existen solamente por amor a la música, cosa que no cualquiera en estos tiempos puede afirmar.


7,5 / 10
¡Muy bueno!


viernes, 7 de junio de 2013

REFRITOS: Elvis / UB40

*** COVERS *** REFRITOS *** COVERS *** REFRITOS *** COVERS ***

He decidido inaugurar en mi querido blog una sección muy especial y suuuuuuuuuuuuper original: los refritos. Tomar una idea prestada es un asunto recurrente dentro del mundo de la música, sin embargo, hay quienes derechamente se lanzan en la tarea de versionar un tema antiguo y en aquel ejercicio habría que distinguir entre quienes realizan el ejercicio con calco de los que intentan entregar su propio sello al tema. Este último es el caso que paso a revisar hoy, un verdadero clásico dentro de los refritos y un tema que debería entrar en la categoría "best cover ever" porque lo que acá realizaron los UB40 a comienzos de los 90's fue tremendo, tomar un temón de Elvis del año 1961 y darle identidad propia no es tarea fácil y acá se logró a la perfección. Además estamos hablando de una de las canciones de amor más hermosas en la historia de la música pero que en la versión de UB40 pierde ese tono de melancolía para adoptar uno más optimista, asunto muy propio del reggae por cierto.

Nos metemos entonces en la máquina del tiempo y pasamos a recordar la original, luego el refrito. ¿Versión digna o un papelón? Opine usted...




*** BONUS TRACK *** BONUS TRACK **** BONUS TRACK ***

Un regalito. Corría también 1993 cuando U2 vivía sus momentos de absoluta gloria. Por esos años lo que los irlandeses tocaban lo convertían en oro, fue entonces cuando se les ocurrió finalizar sus conciertos con este temazo de Elvis y el resultado quedó a la vista. Bono, empapado en glamour dio cátedra de estilo y estuvo a la altura de la joya que interpretaba. Que la disfruten y será hasta una próxima ocasión. 


martes, 4 de junio de 2013

Megadeth: Super Collider (2013)

Un poco de todo para terminar quedando en la nada

Debe ser difícil componer música luego de tantos años de existencia, más aún cuando se es una marca registrada dentro del mundo del metal como lo es Megadeth. Un disco cada dos o tres años agota cualquier fórmula y este hecho quizás le ha jugado muy en contra a la última década a la banda de Dave Mustaine. Hoy no sabemos hacia donde apunta esto y tal como ocurrió con su anterior Thirteen (2011)este nuevo disco termina quedándose en medio de la nada, estancado entre las intentonas por recuperar el thrash metal de sus viejos tiempos y los medios tiempos melódicos que saben a muy poco a estas alturas.

Si lo que buscas es velocidad, en Super collider encontrarás pinceladas de aquello en temas como "Kingmaker", la tremenda "Built for war" y en el doble pedal de "Don't turn your back", sin embargo, gran parte del trabajo tiende a recordar tiempos más melódicos de Megadeth, es así como suenan "Super collider", "Off the edge", "Forget to remember" y "Burn!", las cuales perfectamente podrían haber entrado en el repertorio de discos como Crypting writings (1997) e incluso de Risk (1999), pero ojo, que en esos discos al menos se apreciaba una intención musical mientras que acá parecen temas sueltos con muy poca idea detrás. Ahora, el disco también contiene uno que otro experimento y ahí "Dance in the rain" debe ser lo que más me agradó, una de las pocas canciones que me sonó oscura y fresca a la vez.

De todo un poco con lo nuevo de Megadeth, el problema es que muy poco de lo que acá suena parece trascendente. Cantidad no implica calidad y siento que la banda poco a poco se ha ido transformando en un dinosaurio del rock, uno que cada dos años edita un trabajo con tal de tener una excusa para salir de gira nuevamente. 

5 / 10
Intrascendente

domingo, 2 de junio de 2013

Vivos: Muse / Japón / 2013


No había visto esto. ¿Y ustedes? 
Pese a quien le pese estamos hablando de un espectáculo musical extraordinario. Acá se conjuga todo: calidad, carisma, interpretación y un show de primera. Muse está a otro nivel, aunque el mundo indie no lo quiera admitir.