viernes, 26 de febrero de 2016

Obscura : Akroasis (2016)

La tecla precisa dentro del death técnico. 

Y hablando de discos interesantes de metal, lo nuevo de los alemanes Obscura ha llegado para dar que hablar. La banda liderada por Steffen Kummerer había editado dos buenos discos durante esta última década, entregando notables dosis death técnico progresivo, sin embargo, los constantes cambios de integrantes, intensificados en el período 2014/2015, sembraban un manto de dudas respecto a lo que podría llegar a ser el presente de la banda. El resultado de tanto cambio ya se encuentra entre nosotros, y debuta con nueva formación en Akroasis, que para sorpresa de muchos debe ser el mejor álbum de Obscura a la fecha, y con seguridad uno de los discos más fascinantes que escucharemos este año, y en términos de técnica y propuesta uno de los más brillantes de la década.

Conscientes de que al desarrollar un metal técnico el asunto puede volverse mera masturbación instrumental y acabar agotando a cualquiera, Obscura intenta en esta ocasión matizar su música incorporando una serie de elementos musicales extras que vuelvan más atractivo el plato, y lo logran. Akroasis es un álbum trabajado con precisión quirúrgica, uno de esos discos que no deja segundo al azar ni solo de guitarra sin ser ejecutado matemáticamente, lo cual presenta de inmediato una traba frente a un auditor no habituado al death técnico, sin embargo traspasada aquella barrera la verdad es que el disco resulta imposible de no disfrutar. 

Los siete minutos de 'Sermon of the seven suns' abren el trabajo y de inmediato regalan placer, sonando directos en base a estrofas que equilibran velocidad y brutalidad pero las cuales la banda sabe enlazar con pasajes más emocionales y momentos instrumentales realmente maravillosos (ojo al bajo, un manjar), algo que se repetirá más adelante en la pasada por 'Akroasis' (la canción) + 'Ten Sepiroth'. Este tipo de canción resume muy bien lo que encontraremos en gran parte de Akroasis, los alemanes no ceden en cuanto a técnica e intensidad pero evidentemente se esfuerzan por transmitir con su sonido, aspectos que se acentuarán más aún en una canción como 'The monist', mucho más lenta en su andar respecto al resto pero exquisita en matices, o en algo como 'Ode to the sun', uno de mis temas favoritos del disco, que trabajará sobre revoluciones más bajas e incluso incorporará vocales filtradas, algo robóticas, que pretenden entregar un ambiente de ciencia ficción al álbum. 

En la recta final 'Fractal dimension' es una que retomará estructuras similares a las que abrieron el disco con 'Sermon of the seven suns' mientras que 'Perpetual infinity' es otra donde la banda desata todo el arsenal progresivo que tienen a mano, subiendo y bajando tiempo, variando las vocalizaciones, etc. Ahora, por si todo lo escuchado hasta acá fuese poco, el disco cierra con los quince minutos de 'Weltseele', la pieza más ambiciosa del álbum pero también la más exquisita musicalmente de escuchar (agárrense, que son quince minutos de canción), una en donde esta nueva formación de Obscura vuelve a desenvolver todo lo que son capaces de entregar. 

Si es que alguien tenía dudas respecto al nivel que Obscura pudiese alcanzar, me parece que Akroasis disipa absolutamente todo y acaba por situarlos al tope de la vanguardia del metal moderno. Todo en estos alemanes se encuentra pensado, desde la portada del álbum (que combina un característico logotipo death metal con una ilustración intencionadamente moderna) hasta un sonido depurado al detalle e interpretaciones llenas de agresividad y virtuosismo. 

¿Será capaz de consolidarse esta nueva formación en el tiempo? ¿Emigrará Obscura de la música extrema hacia nuevas latitudes musicales como ocurrió con Cynic u Opeth, por mencionar un par? Esas y más preguntas quedan desde ya en el aire mientras disfrutamos de su nueva maravilla. 

9/10
Brillante.


miércoles, 24 de febrero de 2016

Vivo: Judas Priest // Battle Cry


El próximo 25 de marzo tendremos un nuevo DVD/Blu Ray de Judas Priest (y ya van...). Se trata de la presentación que la banda realizó en agosto pasado en el Wacken Open Air, aunque siendo francos, bastante poca novedad encontraremos en el lanzamiento, al menos quienes seguimos a la banda desde hace un buen puñado de años. Hablamos de las mismas canciones de siempre más un par en donde promocionan el pobre Redeemer of souls.

¿El repertorio de dicha noche? Se los dejo acá: Dragonaut / Metal gods / Devil's child / Victim of changes / Halls of Valhalla / Turbo lover / Redeemer of souls / Beyond the realms of death / Jawbreaker / Hell bent for leather / The hellion + Electric eye / You've got another thing coming / Painkiller / Living after midnight. 

Como podrán apreciar, es poco lo que realmente tiene Judas Priest por aportar a estas alturas del partido, repitiendo el guiño nostálgico constantemente con tal de seguir sacándole un poco más de dinero a la marca. Lo más interesante del lanzamiento vendrían siendo los bonus, presentaciones de 'Screaming for vengeance' , 'The rage' y 'Deserts plains', grabadas en Polonia también durante 2015. 

Por supuesto que por respeto a la historia le daré una mirada al show pero en lo personal mucho entusiasmo no me genera. De un Judas priest en piloto automático yo paso, en el metal moderno (e incluso dentro de las bandas clásicas) hay propuestas muchísimo más interesantes que esta.

lunes, 22 de febrero de 2016

Kula Shaker: K 2.0 (2016)

Con muy poco que decir.

Si veinte años atrás, tras aquel prometedor debut de 1996 que inundo las radios del momento con sus aires orientales ('Tattva', 'Govinda') y buenas dosis de rock a la Purple ('Hey dude'), alguien me hubiese dicho que en 2016 Kula Shaker estaría editando recién su quinto álbum la verdad es que no me lo habría creído. Los ingleses liderados por Crispian Mills prometían (si, ya llegará en algún momento de este año la merecida reseña de aniversario para aquel K), sin embargo ni con su segundo disco ni con las posteriores secuelas lograron impactar como lograron hacerlo en sus inicios, eso pese a que su regreso en 2007 con Strangefolk me sigue pareciendo al día de hoy un trabajo que mereció un recibimiento algo más tibio del obtenido. 

El caso es que, con el cartel de outsiders completamente asumido, sin la necesidad de salir del nicho o impactar de alguna forma, Kula Shaker regresa este año tras seis de silencio, luego de un acústico y calmo Pilgrims progress (2010). Lo hacen entonces con un álbum que intenta ser correcto y abarcar en cuarenta minutos buena parte de lo que la banda tiene por ofrecer en su versión 2.0, aunque claro, le falta gancho a esto, y también si me apuran, bastante fuerza. 

Hay cosas que acá valen la pena, la partida con 'Infinite sun', por ejemplo, con todos esos tradicionales aires de la India y que se enlazan a la perfección con la sesentera 'Holy flame'. El problema es que en medida que el álbum avance irá abordando lugares comunes en exceso inofensivos, con es el caso de 'Death of democracy' o 'Let love B (with you)', y de las pasadas acústicas de 'Here comes my demons' + '33 crowns', ni hablar, ... ¿dejar pasar seis años para volver a retomar exactamente lo mismo que habían trabajado en 2010? Se entiende poco esa jugada. 

Dentro de la recta final lo más destacable me parece que es 'Oh Mary' y la dinámica de 'Get right get ready' + 'Mountain lifter', sin embargo estas últimas llegan cuando el interés por el disco se perdió hace bastante. Kula Shaker se mantiene por tanto en su zona de confort entregando un disco bastante descafeinado, en exceso avejentado y sin ninguna duda, el más pobre dentro de su (irregular) carrera. Una lástima, no deja de sorprender el como tras el buen regreso de 2007 la banda volvió a perder tan rápido la energía que parecían haber recuperado. Hoy se les oye con poca fuerza y muy lejos de todo lo que algún día prometieron ser. 

¿Canciones? 'Infinite sun', 'Holy flame'.

5/10
Nada muy especial...

miércoles, 17 de febrero de 2016

Black Sabbath: The End (2016)

A la altura de las circunstancias.

A tres años (¡cómo pasa el tiempo!) de lo que pareció ser la más que digna despedida de Black Sabbath, nos encontramos con la guinda de la torta: una gira definitiva y por consecuencia, un EP con cuatro temas que habían quedado rezagados de las sesiones de 13 + cuatro canciones en vivo. Así debemos entender la edición de The end, como un regalo que viene con la clara intención bajo el brazo de entregar un sobrio pero preciso punto final a la gloriosa carrera de la banda. 

La tentación de caer en la emocionalidad es fuerte cuando se habla de Black Sabbath y creo no debemos temer a aquello, conmoverse por estar frente a los últimos riffs en estudio de una leyenda como Tony Iommi es natural y ciertamente todo eso juega a la hora de disfrutar de The end. En palabras simples: intentar dárselas de objetivo e imparcial en situaciones como estas me parece un absurdo innecesario. 

Pero hablando de la música, ¿qué nos ofrece The end? Cuatro canciones inéditas, las dos primeras bastante similares en cuanto a tiempos, 'Season of the dead' + 'Cry all night', se mueven sobre una estructura densa y pesada, que comienza en la oscuridad para ir poco a poco subiendo en intensidad, mientras que 'Take me home' + 'Isolated man' funcionan como golpes más directos y efectivos, la última me parece por cierto la mejor de todas, con un lúgubre Ozzy Osbourne filtrado vocalmente pero sonando como en sus mejores tiempos. La segunda parte del EP da muestras de la última gira de la banda, ahí sonarán tres temas pertenecientes a 13 + 'Under the sun', una vieja gloria de 1972. Acá todo cumple a excepción de la pobre grabación de 'God is dead', la cual incomprensiblemente ha sido incluida en una versión que parece grabada desde la audiencia. Suena pésimo a decir verdad. 

Se despide entonces con dignidad Black Sabbath, volviendo cuando lo consideraron artísticamente necesario, con un excelente disco como fue 13 y hoy cierran el portón con EP + gira de despedida. No queda entonces más que agradecerles por todo el inmenso y eterno legado con un honesto: "hasta siempre". 

6,5 /10
Cumple y algo más...


Otras reseñas de Black Sabbath:
2013 // 13

domingo, 14 de febrero de 2016

Joaquín Sabina (1949 - ... )


No soy de idolatrar mucho a personas pero si de agradecer. Y debe ser por la vida que he llevado, supongo, que siempre he sentido una admiración especial por aquellos que escriben desde la derrota y el placer. Y bueno, ahí ha estado desde hace mucho Sabina como uno de los infaltables en mi banda sonora, por lo que a 67 años de su natalicio me parece un mínimo ejercicio de agradecimiento el que le dedique una entrada, recordando algunas de sus lineas...


"Por la calle camino, no pregunteis a donde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden..."
Calle Melancolía, 1980


"¿Qué voy a hacerle yo? Si el amor me gusta sin celos, la muerte sin duelo..." 
Whiskey sin soda, 1985


"No soy un fulano con la lágrima fácil, de esos que se quejan solo por vicio. Si la vida se deja, yo le meto mano. 
Y si no, aún me excita mi oficio..."
La del pirata cojo, 1992


"Muerta la amistad sabe igual que el fracaso. Y a los dos nos gusta el verbo fracasar..."
Conductores suicidas, 1992
"Lo bueno de los años es que curan heridas,
lo malo de los besos es que crean adicción..."
Siete crisantemos, 1994


"Porque todos los finales son el mismo repetido..."
Ruido, 1994


"Hay mujeres que bailan desnudas en cárceles de oro.
Hay mujeres que buscan deseo y encuentran piedad.
Hay mujeres que tocan y curan, que besan y matan..."
Mujeres fatal, 1994.


"Yo no jugaba para no perder, tu hacías trampas para no ganar.
Yo no rezaba para no creer, tu no besabas para no soñar..."
El rocanrol de los idiotas, 1996


"De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera.
Y sin embargo, un rato cada día, te engañaría con cualquiera. Te cambiaría por cualquiera..."
Y sin embargo, 1996


"Que el maquillaje no apague tu risa, que el equipaje no lastre tus alas.
Que el calendario no venga con prisas, que el diccionario detenga las balas..."

Noches de boda, 1998

"Malditos sean los justos, los sumisos.
Los que para mear piden permiso, los súbditos del dios de la certeza.
Los que se mojan poco cuando llueve, los que sonríen en las fotografías.
Los que progresan porque no se mueven.
Los de la escandalosa mayoría, malditos sean... "
Benditos Malditos, 2003


¡Bendito seas Joaquín! 

viernes, 12 de febrero de 2016

Rotting Christ: Rituals (2016)

Caricatura satánica.

A casi veinticinco años de su lejano debut en 1993 podemos afirmar sin temor a equivocarnos que los griegos de Rotting Christ son leyenda dentro del metal extremo y el black. Y como ocurre con todo grande de la música, celebramos con champaña cuando nos regalan una joya de álbum, como fue el fantástico Kata ton daimona eaytoy (2013), y comprendemos cuando no logran sostener el nivel. Y bueno, en esta ocasión no nos queda más que aceptar el que los griegos, apurados quizás por los tiempos, han entregado un disco mediocre, una caricatura satánica que a momentos bordea el ridículo y honestamente no aporta un gramo a su discografía.

No alcanza Rituals a ser un desastre de álbum, comienza relativamente bien de hecho con la dupla 'In nomine dei nostri' + 'Ze Nigmar', la primera va de la mano con la dinámica mientras que la segunda es una oleada densa y espesa de guitarras + teclados, para luego dar paso a la velocidad y los aullidos de 'Elthe Kyrie', sin embargo, pasando estos primeros quince minutos de disco el asunto aborda una serie de cánticos repetitivos y monótonos que no hacen más que restarle toda seriedad al trabajo, eso además de venir acompañados por arreglos demasiado básicos que no le hacen justicia a lo que habitualmente veníamos escuchando por parte de Rotting Christ. Ahí 'Les litanies de Satan' + 'Apage Satana' + 'Tou Thanatou' no hacen más que alejarnos del disco, y ni siquiera la aparición de Nick Holmes (Paradise lost) en 'For a voice like thunder' logra repuntar el pobre trámite que el álbum transita.

Es obvio que tras dos décadas de trabajo la inspiración no se encuentra a la vuelta de la esquina. Ocurre con todas las bandas con historia y no pasa nada, acá Rotting Christ ha bajado el nivel respecto a lo que venía entregando (sobretodo en relación a su anterior trabajo, que fue una maravilla) y bueno, no queda más que esperar que para el siguiente se lo piensen un poco mejor.

5/10
Nada muy especial...


Otras reseñas de Rotting Christ:

miércoles, 10 de febrero de 2016

Dream Theater: The Astonishing (2016)

Apto sólo para (ultra mega) fans.

De que el nombre Dream Theater (con mayúsculas por favor) se encuentra grabado con letras doradas en la historia me parece que ya pocas dudas caben. Una década le bastó a la banda para marcar a una generación completa de jóvenes que junto a ellos aprendieron a conocer la música, el metal, el progresivo o la técnica de un determinado instrumento. Todo aquello ya está e insisto, es historia que hoy entrega sus frutos. De ahí que cada nuevo lanzamiento de la banda revolucione los corazones de miles y este 2016 no ha sido la excepción con la llegada de The astonishing, el álbum número trece en la carrera de Dream y, referencia obligada, el tercero sin Mike Portnoy en batería + composición.

En 2013 habíamos tenido lo último de la banda, con un álbum homónimo que intentó abarcar las distintas aristas de este Dream Theater renovado y que, sin maravillar, me parece que al menos cumplió. Intentar por tanto con un nuevo álbum de "lugares comunes" claramente habría sido un error por lo que esta vez han osado ir más allá mediante un trabajo conceptual doble compuesto por 34 piezas y que desarrolla hasta el cansancio el clásico formato "Intro + tema". Los primeros quince minutos de música, por ejemplo, abarcan cinco canciones (tres de ellas son oberturas, algunas instrumentales) y así se irá desarrollando el álbum durante todo su trámite. Como si de una película se tratase, la banda nos relata su historia (el disco habla de un futuro controlado por máquinas en donde dos bandos, muy a la Star wars, se enfrentan)  con el particular sello progresivo de Dream Theater, paseándose por baladas, cortes melancólicos, orquestaciones varias y una que otra aceleración de tiempos. Todo muy pomposo y cuidado hasta el más mínimo detalle.

¿Excesivo? Probablemente. ¿Ambicioso? Claro que si ¿Arriesgado? Sin ninguna duda. El punto es que la banda se ha propuesto esta vez darlo todo y entregar la obra que acabe por convencer a quienes aún se mantienen excepticos frente a su (ya no tan) nueva formación. Si lo han logrado o no, aquello es materia de discusión actual, aunque a juzgar por las primeras reacciones me parece que el saldo es positivo para la banda. El disco seguramente no acercará publico nuevo (tampoco lo necesitan) pero en general ha entrado bien entre los fans, target al que Dream Theater claramente continúa apuntando.

Sin embargo, el problema con The astonishing es evidente: es un álbum extremadamente largo y que abusa de las baladas. Técnicamente superan la prueba y siguen demostrando el nivel de músicos que son, James LaBrie en las voces vuelve a cumplir, la apuesta es osada y desafiante, lo cual de entrada se valora, sin embargo el trabajo requiere demasiada paciencia de parte del auditor y constantemente hay que combatir el tedio para seguir ahí. Seguramente quienes siguen a la banda desde hace años disfrutarán a ratos de este disco pero para el común de los mortales resulta ser un álbum que, salvo contadas excepciones, tiende a una dramática monotonía. 

5/10
Agotador...



Otras reseñas de Dream Theater:
2013 : Dream Theater

lunes, 8 de febrero de 2016

Super Bowl 1993: Michael Jackson


A propósito del super tazón de hace poco (lo cual honestamente me interesa bastante poco) me dieron ganas de recordar la gran presentación de Michael Jackson en 1993. El rey del pop acá se muestra como el bailarín extraordinario que era y, pese a que vocalmente ya se encontraba en plena decadencia (dobla absolutamente todo el show y durante sus giras tampoco cantaba), se las arregla para regalar un espectáculo de primer nivel. 

Jackson acá, acorde a lo que suelen ser estas presentaciones de medio tiempo, presenta un mix va desde 'Jam' + 'Billie Jean' (impresionante!) + 'Black or white' para finalizar con un escenario repleto de niños, sumado a un show visual apoyado desde galería, en 'Heal the world'. Todo exageradísimo, con unos aires de divismo que rozan la verguenza ajena, pero insisto, con un desplante escénico que incluso al día hoy no tiene competencia. No hay nadie en el mundo que en el año 2016 sea capaz de hacerle el peso a lo que muestra este viejo video. 

Una reflexión final. Resulta imposible ver el video y no lamentar la enfermiza personalidad de Michael Jackson, la cual en muy pocos años destruyó a un artista que en 1993 aún era capaz de presentarse como una estrella de otro planeta. Pero Jackson fue muy grande y este video da muestras de aquello...

sábado, 6 de febrero de 2016

Savages: Adore Life (2016)

Buscando identidad encuentran crecimiento.

Con el antecedente de haber entregado uno de los buenos discos debut de los últimos años, las inglesas de Savages regresan tres años más tarde con un álbum que conserva el espíritu de la banda pero canaliza un tanto las formas. De esta manera nos encontramos con un conjunto de temas en general bastante agresivos, que mantienen la esencia rebelde del debut aunque al mismo tiempo intentan escapar de las referencias musicales obligadas que este presentó (Joy division y tantos más). 

Se aprecian por tanto estructuras marcadas en estas nuevas canciones, un sonido depurado y más completo en materia de arreglos. Esto se evidencia de inmediato en el combo que abre el disco, 'The answer' + 'Evil' funcionan a la perfección y entregan gratas señales respecto a lo que vendrá más adelante. Ambas regalan buena dinámica y dan muestras de una producción más cuidada, se reconocen además las estrofas + coros, lo cual de entrada llama la atención. 'Sad person' dará continuidad a la velocidad pero también será la primera que traerá al presente el recuerdo del debut de 2013, con una banda desatada encarando una golpeada letra que (como en todo el disco) aborda temas relacionados con la sexualidad, el amor y diferentes tipos de relaciones ("El amor es una enfermedad, la más adictiva que conozco...").

La primera sorpresa del álbum, que incluso te deja con ganas de más, llegará con 'Adore', un relato que se apoya únicamente en un bajo para en el coro explotar en melodía, la jugada es exquisita pero insisto, deja con gusto a poco. De todas maneras 'Adore' junto la agradable cadencia de 'Slowing down the world' deben representar la pasada más lograda del álbum, aunque siendo justos, toda la primera mitad del disco prácticamente no tiene desperdicio. Cruzando el nudo del disco aparecerán las inevitables referencias de la banda en 'I need something new', 'When in love' o 'T.I.W.Y.G', todas canciones bastante tradicionales para lo que Savages suele realizar, siendo la jugada exploratoria que es 'Surrender' lo mejor que suena durante toda la recta final.

En definitiva, frente al desafío del segundo trabajo, Savages cumplen de sobra, superando musicalmente al debut, avanzando en materia de arreglos e incluso lanzándose hacia melodías un tanto contagiosas pero siempre conservando el espíritu visceral y rebelde que suele caracterizarlas. Como para seguir muy atentos a ellas.

3.5 // Muy bueno !!!


Otras reseñas de Savages:

jueves, 4 de febrero de 2016

Steven Wilson : 4 1/2 (2016)

Notable cierre de una gloriosa etapa. 

Entre lo realizado junto a Porcupine Tree, Blackfield o en solitario, desde 2007 a la fecha contamos diez álbumes que incluyen de una u otra forma la firma de Steven Wilson. Diez. La cifra impresiona no tan solo por lo evidente (hablamos de prácticamente un disco por año desde hace una década) sino por que además el hombre suele no decepcionar. Es así como cada nuevo trabajo de Wilson ha ido dando pasos hacia adelante y entregando muestras de un talento que sigue sin dar señales de agotamiento.

El caso es que tras dos exitosos álbumes como fueron The raven that refused to sing (2013) y el soberbio Hand. Cannot. Erase (2015), tal parece que Wilson no desea que el plato se enfríe por lo que ha decidido regalarlos un álbum de "descartes". Y las comillas van porque ya se quisiese cualquier otro artista un nivel de caras b como las que acá nos encontramos. Si me disculpan la analogía, desde el mismísimo Descartes (1998) de Silvio Rodríguez que no me encontraba con un álbum de "extras" tan notable. 

¿Y qué tenemos acá? 37 minutos de música compuestos por cuatro descartes de su más reciente álbum, uno de las sesiones de Raven y un cover de Porcupine tree. Todo abre con los diez memorables minutos de 'The book of regrets', un tema con estructura cambiante que pasa desde el medio tiempo a las atmósferas reflexivas e incluso metiendo velocidad en algunos momentos, que decir, un manjar. 'Year of the plague' funcionará luego como un interludio instrumental que pretende bajar un tanto la intensidad para dar paso a 'Happiness III', una muy melódica, de coro reconocible y exquisitas aceleraciones. 'Sunday rain sets in' repite la jugada introductoria instrumental para que el álbum entre en su recta final, primero con la fantástica 'Vermillionocore', lo más agresivo que le hemos oído a Wilson en largo tiempo (nos abre el apetito por cierto, ojalá su próximo trabaje este camino) y luego con la melancólica 'Don't hate me', versión 2.0 de la original de Porcupine tree y que añade algunos matices en cuanto a arreglos frente a la mencionada, eso fuera de incluir nuevamente en las voces a la israelí Ninet Tayeb

El título da señales claras respecto al objetivo de este álbum: un punto medio entre el camino recorrido hasta ahora por Steven Wilson y el que vendrá. Ha querido cerrar una etapa entregándonos todo el material que se quedó por una u otra razón en el tintero por lo que ahora no queda más que seguir expectantes frente a las inquietudes musicales que el guitarrista presente. Lo notable es que siendo un álbum de descartes, 4 1/2 no tiene segundo de desperdicio y suena cohesionado de principio a fin. 

6,5 / 10
Cumple y algo más...


Otras reseñas de Steven Wilson:
2015 // Hand. Cannot.Erase
2013 // The raven that refused to sing 

lunes, 1 de febrero de 2016

Suede: Night Thoughts (2016)

(Al fin!) Un regreso de nivel. 

En medio del huracán grunge/brit que experimentó la música popular durante los años 90's, Suede fue una banda que quedó un peldaño bajo el resto. Digamos, en tierra de nadie. Si bien los ingleses fueron capaces de regalar una cantidad importante de hits instantáneos ('Trash', 'Animal nitrate', 'So young', 'Beautiful ones' y tantas más) creo que jamás lograron escapar de ahí. Tampoco en 2013, año en que regresaron con Bloodsports tras una década de silencio, pudieron escapar de la constante emulación de sus viejas glorias. En ese entonces nos regalaron un buen álbum y un puñado de canciones soberbias, sin embargo en el global no alcanzaron a convencer. Precisamente por todo esto es que un álbum como Night thoughts impacta, pues se sitúa en otro nivel. Y es que a juzgar por los resultados tal parece que esta vez se han propuesto el entregar un álbum que apuntase más allá del hit inmediato, vuelven de hecho con concepto, uno que enfrenta a la banda con todo lo que significa madurar y encarar la vida desde una perspectiva plenamente adulta.

Los singles efectivos marca de la casa por supuesto que acá se encuentran presentes, sonarán en esa linea 'Outsiders', la sólida 'No tomorrow''Like kids', pero serán las pasadas más reflexivas los verdaderos puntos altos de Night thoughts, ahí las atmósferas de 'When you are young' (que finalizando el disco tendrá su reprise) o 'Pale snow', seguida por la tremenda 'I don't know how to reach you' (más de seis minutos para esta, entre guitarras punzantes y emotivas) y más adelante por 'I can't give her what she wants', le entregarán al trabajo el anhelado equilibrio al que hacía mención en mi anterior párrafo. 

No todo será perfecto eso si, 'What I'm trying to tell you' o 'Learning to be' acaban siendo lugares demasiado comunes (no son malos temas pero si carecen de sorpresa) y 'The fur & the feathers' un cierre algo débil para un disco que merecía un mejor final. De todas maneras, un 80% del álbum funciona a la perfección, lo cual no deja de acabar siendo una gratísima sorpresa a estas alturas.

Durante estos últimos diez años hemos visto regresar a una infinidad de bandas únicamente en nombre de la nostalgia y el dinero. Suede marca distancia con todo aquello y en este 2016 vuelven para demostrar que aún están en condiciones de defender aquel añejo y romántico concepto del álbum mediante argumentos más que dignos. 

¿Canciones? 'When you are young', 'Outsiders', 'No tomorrow' y 'I don't know how to reach you'.

8 /10
Excelente.




Otras reseñas de Suede: