sábado, 3 de septiembre de 2016

Angel Olsen: My Woman (2016)

Tan personal como notable. 

Ya lo decía en la reseña de Burn your fire for no witness: acá talento hay. Y es que el de 2014, pese a caer en ciertas espesas lagunas, logró posicionar a Angel Olsen como una cantautora a tener en cuenta gracias a un sonido tan desnudo como franco. No será la primera ni la última que toque esta tecla, la mismísima PJ Harvey (referencia inevitable a la hora de hablar de esta norteamericana) lo hizo veinte años atrás, pero cabe destacar el matiz personal que Olsen incorpora, además de la mixtura de influencias retro que ostenta y el mérito de continuar con una senda de crecimiento que ilusiona disco tras disco. 

Nos encontramos entonces frente a un álbum que da continuidad a lo trabajado dos años atrás pero a la vez agrega ciertos elementos que entregan potentes luces al presente de la cantautora. El formato 'guitarra + voz', con canciones que parecen haber sido compuestas al pie de una cama únicamente junto a un amplificador, se mantiene presente en temas como 'Never be mine', 'Give it up', 'Not gonna kill you' y la adictiva 'Shut up kiss me', aunque en esta ocasión hay banda que acompaña, lo cual entrega desde ya un interesante matiz: la intensidad, My woman es un disco más intenso que su antecesor. La cadencia también se hace presente en 'Heart shaped face', 'Those were the days' (quizás las más débil del disco) o en la exquisita partida a cargo de 'Intern' (que incorpora sintetizadores ahí entre medio, unos que por dos segundos me hicieron sentir que estaba escuchando el último de Lana del Rey), pero es en con canciones como 'Sister' o 'My woman' donde Angel Olsen sube un peldaño y alcanza cotas inéditas, regalando solos y generando explosiones con su voz, algo que hasta ahora no le conocíamos y por ende abre puertas frente a lo que podría venir en el futuro para ella. 

Angel Olsen se supera entonces a si misma regalándonos el disco personal de la temporada, y de paso, uno de los buenos que oiremos este 2016. Un álbum crudo y visceral, que se muestra más inquieto que sus antecesores en materia de arreglos y sonidos, lo cual vuelve a consagrarla como una de las cartas femeninas más interesantes de la actualidad. 

4.0 // Excelente!

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