sábado, 23 de octubre de 2010

He Visto A... Halford (22/10/2010, Santiago)

Halford en Chile
Viernes 22 Octubre 2010
Velódromo del Estadio Nacional

Fueron muchos los artistas que visitaron nuestro país durante este segundo semestre de 2010 pero era sólo uno el show que en lo personal no me podía perder por ningún motivo. Se trataba de Rob Halford, la leyenda del metal de regreso en nuestro país y como marco teníamos la promoción de su más reciente trabajo "Made of metal" (el cual ya me detendré a comentar en este blog dentro de poco). Por si fuese poco se anunciaba la grabación de un DVD oficial en nuestro país, luego las expectativas no podían ser bajas frente al concierto.

Prácticamente 10 años habían pasado desde aquella mítica presentación en que el Metal God debutó en nuestro país "teloneando" a Iron Maiden, y bueno, 10 años no pasan en vano, de ahí que todos los asistentes supiésemos de antemano que el estado vocal de Rob no era el mismo que el de aquella jornada, sin embargo estábamos frente a uno de los grandes de la historia, un artista que en su carrera se ha dado el gusto de ir hacia donde la ha dado la gana y que a estas alturas cuenta con un catálogo de material impresionante. En definitiva... ¡Había que estar ahí!


Poca gente lamentablemente en el Velódromo. Una galería semi vacía, una cancha general ...¿a la mitad de su capacidad? y la típica "cancha vip" prácticamente llena. Aveces cuesta creer que quienes organizan este tipo de eventos no sean unos principiantes. ¿Es que no hacen estudios de mercado? Debió existir una cancha única a $25.000 y una galería a $10.000 cuando mucho. De esa manera se habría llenado el recinto y la productora habría ganado más de lo finalmente ganó fruto de su mal manejo. Pero bueno, al menos los que estuvimos pudimos presenciar un concierto de primera categoría.

21.00 Hrs en punto y Rob Halford aparece en escena para dar inicio al show con un tridente ofensivo de primera : "Resurrection /Made in hell / Locked and loaded" . Bastaron estas tres para que el ambiente en el Velódromo estuviese a tope. Y es que realmente así fue. Llevábamos 10 minutos de show y esto pintaba para épico. Una banda que derrocha energía , ¿Y la voz de Rob? ¡Impresionante! Valla que se cuidó la garganta elMetal God para esta presentación pues yo al menos lo sentí muchísimo más sólido vocalmente que en sus anteriores visitas junto a Judas Priest en 2005 y 2008 (presente estuve en ambas).

Una desconocida por el público hizo aparición luego: "Drop out". Gran canción eso si y que todo este año Rob ha estado interpretando. Comienza la promoción del nuevo disco a continuación con la interpretación de "Made of metal" seguida de la excelente "Undisputed", esta última se sintió potentísima, con unos solos de guitarra ejecutados de manera impecable y un Rob nuevamente inspirado subiendo y bajando los registros a placer. Definitivamente un maestro.



"En definitiva el rock se trata de cambiar y experimentar" - Algo así fue lo que expresó Halford para presentar la demoledora "Nailed to the gun" , la única canción de la noche que representó a su etapa junto a la banda Fight. Quizás el primer punto en contra de la noche que podría ser aquel. Extrañé canciones de ese gran disco titulado "War of words". Entiendo que una canción como "Into the pit" sea quizás demasiado exigente para la garganda de Rob hoy pero nosotros jamás hemos oído cosas como "Little crazy", "Inmortal sin" o la mismísima "War of words". Y me parece que la noche se prestaba para jugar con algunas de esas joyas escondidas en la discografía de Halford, entonces ¿porqué no?. Pero en fin, demás está decir que "Nailed to the gun" fue la locura misma en cancha.

Se vive entonces para mi lo que serían los mejores minutos de la noche. Una impecable interpretación de "Golgotha" , la promoción continua con "Fire & ice" (como me gusta ese comienzo a la "Freewheel burning") y la tripleta de Judas priest de la mano de "Green Manalishi / Diamonds and rust / Jawbreaker". Recuerdo que en ese momento pensé para mi que lo que estábamos viviendo estaba ya a un nivel tan alto que viniese lo que viniese la noche sería memorable. Sin embargo hay un dicho futbolero que afirma que "los partidos duran 90 minutos" y hay que jugarlos hasta el final. Algo así fue lo que pasó acá.


Un público entregado. Un sonido impecable. Una banda de primera. Un Rob Halford en excelente nivel. Estaba todo dado para rematar esto y ponerle el broche de oro cuando vino lo impensado. Luego de dos temas de promoción (una maravillosa "Like there's no tomorrow" seguida de "Thunder and lightning" que en lo personal no me gusta para nada porque se me hace algo repetitiva y monótona en los coros) las pulsasiones del público tendieron a bajar un tanto, entonces suena "Cyberworld" y la banda se retira. Ya me comenzó a oler mal esto en ese instante. No me pareció en absoluto un cierre adecuado, sino más bien abrupto.

Vuelve Halford e interpreta una preciosa versión de un tema ya muy bello : "In the morning" ("La historia de mi vida" creo haberle entendido a Rob decir antes de cantarla) . Suben la intensidad de a poco con "Heart of a lion", un lado B de Judas Priest que no muchos conocían, seguida de "Saviour" , otra más de "Resurrection", por lejos el disco que más fue visitado en la noche y la banda vuelve a retirarse. Se prenden las luces y esto se acabó. Todos quedamos realmente helados. ¿Y el climax del show donde estuvo? Fue algo curioso porque lo más intenso se vivió en la primera parte del concierto, mientras que el final me pareció absolutamente frio. Me atrevería a afirmar que ahí algo ocurrió. Yo realmente dudo que estuviese preparado que la banda se retirase tras "Cyberworld" y luego con "Saviour".

La gente como siempre pedía "Painkiller" pero a mi me parece que esto no era una cuestión de canciones sino que de intensidad. Claro que se extrañaron "Electric eye", "Metal gods" o "You got another thing coming" pero creo que el problema no pasó por la ausencia de tal o cual tema sino que por una cosa de ausencia de climax en el recital . Incluso si hubiese guardado esa tripleta "Green manalishi / Diamonds & rust / Jawbreaker" para el final y no para la mitad de show, la cosa habría finalizado con un mejor sabor.



En definitiva un recital dulce y amargo a la vez. Dulce porque fue un verdadero gustazo poder disfrutar del poderío de Rob Halford sobre el escenario y su increíble banda. Dulce porque la energía que se vivió en cancha, el ambiente creado fue fenomenal, dulce porque los temas promocionados de "Made of metal" sonaron como verdaderos clásicos. Pero amargo por ese extraño final y la sensación de que el marco de público no era para nada el que Rob se merecía. Una pena. Por cierto, yo dudo que el DVD oficial que se edite de la gira sea lo de anoche. Quizás en algunos extras apareceremos pero me quedó la sensación de que para Halford algo anoche no funcionó.

Quizás me equivoco rotundamente y los 90 minutos de show que presenciamos fueron los que Rob planificó. De ser así claramente planificó mal el repertorio. Porque la sensación que dejó el show en general fue de una tremenda primera parte seguida de un irregular final. Extraña sensación en definitiva.