La llegada de internet cambió por completo el escenario de la industria musical, al punto de tener al disco compacto casi al borde de la extinción. Sin embargo, no deberíamos olvidar que el concepto de "álbum" (digamos, el vender un conjunto de 10 a 12 canciones) no siempre existió y décadas atrás la música se comercializaba de manera individual, se vendía "la canción", un single y cuando mucho una cara B que acompañaba.
Realizo esta introducción pensando en la cantidad de bandas a las que aquel método de promoción les vendría como anillo al dedo, bandas que son capaces de entregar una o dos canciones pegajosas pero realizar un disco completo parece resultarles una tarea titánica. Hace poco reseñaba a los Maroon 5, ejemplo de lo que menciono, y The kooks es otra que anda en las mismas, una banda de singles más que de álbumes. Y este 2014 repiten la historia de 2011. ¡Qué simpática que era "Junk of the heart"! Una canción que al día de hoy me sigue poniendo feliz, sin embargo, el álbum no era mucho más que eso. Y con Listen, su más reciente trabajo, ocurre algo similar, "Around town", el tema que abre, no está nada de mal pero a partir de ahí la banda se queda con muy poco que decir.
Del rock en acústico con espíritu adolescente de los primeros álbumes queda poco, por estos días The kooks ha tomado un camino mucho más liviano y meloso (si, más aún), que pretende cargarse hacia la pista de baile y ya no tanto a las guitarras. Ahí el pop de la mencionada "Around town" o los ritmos de "Forgive & forget" entretienen pero con la llegada de los teclados ochenteros de "Westside" todo comienza a caerse a pedazos. Baladas completamente predecibles como "See me now", rock del más inocente en "It was London" o nuevas invitaciones fallidas al baile en "Down" rellenan treinta escasos minutos de música que en realidad parecen más una excusa para seguir existiendo que un álbum de verdad.
Insisto, hay bandas que deberían dedicarse a solo de vez en cuando lanzar un tema, los álbumes no son lo de ellos.
2 / 5
Malo