viernes, 28 de abril de 2017

Deep Purple : Infinite (2017)

"Impresionante ejercicio de vitalidad..."

Sin la presión de tener que estar a la altura de sus más grandes momentos, los británicos de Deep purple se han empeñado durante los últimos veinte años a pasársela bien girando por el mundo, interpretando sus éxitos inmortales e intentar sostener el legado con dignidad con algunas nuevas entrega. Y salvo uno que otro altibajo, cabe el afirmar que la banda ha sido capaz de sacar adelante la tarea. Su más reciente trabajo databa de 2013, un correcto Now what?! que si bien un desastre no era, salvo cosillas como 'A simple song' o 'Vincent Price', dejó la sensación en el aire de no entregar nada demasiado recordable, lo cual resultaba un poco decepcionante considerando que hablábamos del regreso de Deep purple en estudio tras ocho años de silencio. Lo que trato de afirmar es que todos, partiendo por ellos mismos, nos merecíamos un álbum como Infinite, que si efectivamente (como muchos ya están afirmando) llega para cerrar la carrera de la banda, pues funcionaría como un glorioso epitafio frente a la leyenda. Y es que el nuevo disco de los ingleses recupera aquel filo que durante estas dos décadas venía apareciendo únicamente a cuenta gotas. 

Se dan el gusto de esta forma de regalarnos canciones que funcionan en múltiples direcciones, y ahí nos movemos constantemente desde el bien al notable. 'Time for bedlam', por ejemplo, es directa, dinámica y oscura a la vez, con una banda inspirada instrumentalmente, un single de aquellos que muchos fascinados esperaríamos disfrutar en vivo. 'Hip boots' o 'One night in Vegas' muestran una línea más juguetona y divertida, con el característico Hammond de Deep Purple adoptando protagonismo gracias a la gran labor que ha realizado Don Airey, quien ya puede dejar de ser considerado únicamente como "el reemplazante  del extraordinario Jon Lord" . Ahora, lo interesante de Infinite es que no se queda únicamente en el efectismo sino que apunta más allá con las emocionantes 'All I got is you', 'The surprising' y 'Birds of prey', tres que por si solas valen este álbum y que gracias a sus aires progresivos e interpretaciones impecables consiguen que olvidemos el estar oyendo a una banda que supera los cuarenta años de carrera. Por cierto: ¡Cómo luce acá la guitarra de Steve Morse! Quizás no deslumbrando con piruetas irrepetibles pero si sabiendo conmover cuando corresponde hacerlo. Por cierto, mención también merece la labor en producción del gran Bob Ezrin, quien ha sabido sacarle un partido notable a cada elemento de la banda.  

No escribo desde una mirada nostálgica. Infinite, el nuevo álbum de Deep purple es un ejercicio de cuarenta y cinco minutos que conmueve por su enorme calidad. Que cuando apunta a la médula del rock funciona pero también logra sacar a flote aquella línea creativa e instrumental que alguna vez se inscribió con líneas doradas en la historia del rock. Benditos sean por aquello y benditos nosotros de tener la posibilidad de seguir disfrutándolos en este nivel.  

8/10
Excelente.

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