domingo, 29 de mayo de 2016

Noel Gallagher: 49 Años De Un Crack.


Agosto de 1996, en pleno apogeo comercial, los ingleses de Oasis hacen aparición sobre el escenario para llevar adelante su mítico MTV Unplugged, sin embargo, Liam no sube, se queda abajo por cuenta propia (al pobre se le ve luego en platea fumando borracho) por lo que Noel debe hacer frente al desafío en solitario. Ahora, el hombre no solo saca adelante el concierto sino que nos regala una de las mejores presentaciones en la historia de Oasis. Ese día probablemente muchos lo pensaron: Noel no necesita de Oasis (Liam claramente si). Han pasado 20 años desde aquel hito y bueno, el tiempo se encargó de re afirmar el talento del guitarrista y compositor, quien desde hace prácticamente una década se defiende sin necesidad de rearmar a Oasis (lo haría solo por mucho dinero, ha afirmado).

Hoy cumple 49 años y bueno, nobleza obliga a recordar su talento, el cual seguimos disfrutando tanto en estudio como en vivo. Yo al menos, a Oasis no lo extraño. 


viernes, 27 de mayo de 2016

Rob Zombie: The Electric Warlock Acid Witch Satanic Orgy Celebration Dispenser (2016)

Hellbilly Deluxe 6

¡Uf! Vaya título se ha despachado el buen Rob, el más largo de su carrera para su álbum probablemente más sencillo de todos. Y es que la historia de Rob Zombie post White Zombie se podría resumir en una linea : "Hellbilly Deluxe (su álbum más exitoso de 1998) + imitaciones de Hellbilly Deluxe" . Y si, esta es una más. De hecho, previo a la edición de este, su sexto álbum en solitario, el hombre declaró que "desde Hellbilly Deluxe que no me la pasaba tan bien grabando". Emmm... en fin, el caso es que Rob está de vuelta con treinta minutos de lo único mejor que sabe hacer, que es ese industrial melódico que aborda temáticas de película de horror clase B.

Nos regala así nueve canciones bastante cortas (solo una sobrepasa los tres minutos) + tres intros, todo esto en medio de un disco efectivo y que en general funciona, sobretodo durante su primera mitad.  Ahí la partida que entregan 'Satanic Cyanide! The killer rocks on!' + 'The lifes and times of a teenage rock god' + 'Well, everybody's fuckin' in a UFO' es impecable y sin demasiado esfuerzo logra colarse en tu sub consciente. Tras los primeros diez minutos el asunto sigue andando sobre ruedas aunque lamentablemente las canciones acaban cuando recién habían encendido, lo cual termina transformándose en el principal problema de este Electric Warlock... , un trabajo contagioso pero que más allá de un buen coro no llega.

No hay demasiadas sorpresas entonces con Rob Zombie. Su nuevo disco no sorprende pero agrada y seguro dejará tres o cuatro buenas canciones para sus directos. Sin embargo, mucho más que eso no hay.

6/10
Bueno, cumple.

¿

domingo, 22 de mayo de 2016

Radiohead: A Moon Shaped Pool (2016)

Todo en su lugar correcto.

El éxito suele ser una puta ingrata. En 2007 Radiohead editaba un fantástico In rainbows y medio mundo volvía a rendirse frente a los ingleses. Se consagraban además como una de las bandas más creativas e influyentes de las últimas dos décadas (si es que no la más). Sin embargo, bastó una caída para que muchos todos dudase(mos) de sus capacidades. Aquella llegó en 2011, año en que la banda editó el confuso The king of limbs, ¡que no es un mal disco! pero si uno en donde costó percibir a la banda y más bien pareció ser un capricho musical de Thom Yorke. De hecho, no tuvimos gira promocional del trabajo y a poco andar cada integrante acabó concentrándose en sus respectivos proyectos personales, poniendo a Radiohead en el congelador por un largo tiempo, cinco años de hecho.  

La edición de A moon shaped pool aparecía entonces, en la previa, como un hito importante en la carrera de la banda. Y es que no la tenían nada de fácil. Cuesta en la historia de la música contemporánea encontrar otra banda con una discografía a cuestas tan potente como la que ostenta Radiohead, que me perdonen la comparación pero solamente el ejemplo de The Beatles se me hace en ese sentido similar. Por ende, y sobretodo considerando los antecedentes previos, las dudas se respiraban en el aire: ¿Serían capaces a estas alturas de editar un disco que volviese a re ubicarlos a la vanguardia del resto o al menos cumplir con el estar al nivel de su inmensa discografía? 

La respuesta vive entre nosotros desde hace unas semanas, once canciones que en poco más de cincuenta minutos llegan para contestar cualquier tipo de incertidumbre y lo más increíble es que los de Thom Yorke vuelven a hacerlo siendo fieles a sus formas, es decir, sin entregar concesiones. A moon shaped pool es entonces, ni más ni menos, la hermosa demostración de vida de Radiohead

Pero pasemos a la música, que es lo único realmente importante acá. El álbum abre con 'Burn the witch', probablemente la canción más insólita de este, la única que desencaja un tanto con los ambientes melancólicos que abundan en el disco. En 'Burn the witch' de inmediato percibimos la presencia de la banda en materia de arreglos (gloriosos los vientos que adornan el tema), además de una estructura 'single' bastante tradicional que perfectamente podría haber encajado dentro de un álbum como Hail to the thief (2003). La partida es sólida, por lo que cuando comienza a sonar el melancólico piano de Thom Yorke, protagonista en 'Daydreaming', resulta inevitable el creer que el asunto desencajará. Sin embargo, la dolorosa balada convence y conmueve, no tendrá la intensidad de un 'You and whose army' , 'Fake plastic trees' o 'Piramid song', pero en lo suyo 'Daydreaming' absorbe con armas propias. 

El primer momentazo del álbum llega con 'Decks dark', una canción que jamás sube y que se mueve todo el tiempo sobre tiempos y ambientes muy calmos pero que, sin embargo, gracias al exquisito complemento instrumental que la banda regala acaba maravillando (escucharla con unos buenos audífonos es un placer al oído). Otras que en materia de arreglos no se quedan aunque funcionan en lineas más intensas son 'Ful stop' e 'Identikit', la primera es pura dinámica creciente (inevitable la asociación con la ya clásica 'Idioteque') mientras que la segunda debe ser la única del álbum en donde la guitarra de Johnny Greenwood adopta protagonismo. Entre estas dos y a manera de puente sonaran 'Desert island disk' y 'Glass eyes', preciosas baladas que danzan con calma sobre guitarras acústicas y pianos. 

A estas alturas del partido, entrando en la recta final del álbum sobra comentar que este ya ha convencido y no tan solo eso, sino que lo ha hecho sin ripios ni puntos medianamente bajos. Estas positivas sensaciones se confirman con toda la pasada final, acá 'The numbers' conmueve con sus soberbios arreglos orquestales, 'Present tense' recuerda en un inicio los tonos acústicos de 'Faust arp' (una del In rainbows) pero luego con la banda en pleno entrando al tema todo acaba de encajar, 'Tinker Tailor soldier sailor rich man poor man beggar man thief' es absoluta tranquilidad (nuevamente el trabajo de orquesta es notable) mientras que el cierre llegará con una nueva versión de 'True love wait', una canción muy antigua de Radiohead, que incluso fue editada en un vivo de 2001 pero que acá es recuperada con arreglos de piano + una sentida interpretación de Yorke, quien sabemos acaba de terminar una relación de años, lo cual evidentemente ha influenciado el doloroso tono que en general predomina en el álbum.   

Por sobre cualquier concepto me parece que A moon shaped pool, el noveno disco de estudio de Radiohead, es un trabajo hermoso. Probablemente en el canción a canción cueste encontrar alguna que destaque particularmente sobre el resto pero, sin embargo, en el global el álbum es fabuloso, arreglado de manera impecable por una banda que vuelve a demostrar su categoría dentro de la escena actual. Como para que no queden dudas al respecto. 

8,5/10
¡Excelente!


Otras reseñas de Radiohead:

Otras reseñas de Thom Yorke:

jueves, 19 de mayo de 2016

Fallujah // Dreamless // 2016

Sólidos aunque ya no sorprenden. 

El paso desde el debutante The harvest wombs (2011) a The flesh prevails (2014) se sintió positivamente en Fallujah. Lamentablemente este último contó con una de las mezclas de sonido más molestas de los últimos tiempos (lo cual no es poco decir considerando la guerra del ruido que vivimos) pero independiente de aquello, el crecimiento de la banda entre un trabajo y otro fue evidente, lo cual logró situar al álbum entre las cosas interesantes que hemos oído por estos años dentro del mundo de la música extrema.

Lo de Fallujah es death técnico, tan agresivo y bestial como cualquier banda clásica del género, que incorpora además elementos progresivos en sus estructuras más uno que otro ambiente generado con guitarras e incluso teclados. Así como suena, lo de estos tipos la verdad es que no deja de sorprender gratamente aunque dicha sea la verdad: en esta ocasión no la han agarrado tan de lleno como si hicieron en The flesh prevails

Abren esta vez con los ambientes de 'Face of death', la cual tras dos minutos de buena introducción instrumental da paso a la agilidad de 'Adrenaline', que es pura brutalidad gutural. 'The void alone' continuará con esta linea aunque a medio tema se marcara una exquisita pausa que desembocará en una violenta explosión final. Los muros de guitarras que acompañan la precisión técnica de Fallujah volverán a aparecer en canciones como 'Abandon' o 'Scar queen', las cuales desembocarán en la instrumental 'Dreamless' (la canción). Hasta aquí todo suena bastante bien aunque convencional y continuista en relación a lo propuesto dos años atrás. 'The prodigal son' y 'Amber gaze' de hecho, sostienen la linea general del disco: death muy agresivo que cuenta con capas de guitarras en el fondo. 

Hacia el final del álbum suenan un par de propuestas más experimentales, me refiero a los teclados y sugerentes ritmos de 'Fidelio' o 'Les silences' (¿aviso o advertencia respecto a la dirección que podría tomar la banda en el futuro?) pero ciertamente a estas alturas las cartas se han jugado hace rato por lo más allá del saludo a la bandera el asunto no llega. Abandonamos así un buen trabajo, ejecutado con precisión quirúrgica y que continúa incorporando elementos que a estas alturas podríamos calificar de propios, sin embargo, el cambio de dirección me parece necesario. Dicho en simple: en esta dirección tal parece que, más allá de cumplir, ya no se puede avanzar más. 


3.0 // Bueno, cumple. 



Otras reseñas de Fallujah:

viernes, 13 de mayo de 2016

Woods: City Sun Eater In The River Of Light (2016)

Apostando sobre seguro. 

Fue uno de los grandes álbumes de 2014 (en opinión de quien escribe solo superado ese año por la maravilla de The War on drugs) y por cierto el mejor en la carrera de Woods, uno en donde su tradicional folk logró ampliar latitudes y conectar con un público no habitual, entre quienes me incluyo. Vuelven entonces dos años más tarde con el desafío bajo el brazo de "estar a la altura", frente a lo cual la banda ha optado por trabajar dentro de su zona de confort y apostar a seguro. ¿Es este un aspecto necesariamente negativo? No. Los cuarenta minutos que Woods regala en esta ocasión seguramente convencerán sin dificultad a quienes siguen a la banda aunque claro, en la comparación con With light and with love quedan algo opacos. 

Se cargan esta vez al medio tiempo tan característico de la banda, encontrando una serie de agradables melodías fáciles de llevar pero en general muy inofensivas, siendo aquello quizás lo que más he extrañado escuchando y escuchando el disco, la falta de garra y ganas de romper algún esquema. La osadía llega a cuentagotas en City sun eater in the river of light, básicamente pasando la mitad del álbum, momento en que nos encontramos con 'The take' y la jugada psicodélica que es 'I see in the dark', con seguridad lo más adictivo y atractivo que contiene el disco. Sin embargo, antes de todo esto tuvimos que pasar por una serie de medios tiempos excesivamente correctos, como es el caso de 'Creature comfort' o 'Morning light', que malos temas no son pero nadan sobre una cadencia que como música de fondo para un jueves laboral viene bien pero mucho más que aquello no propone.

Cumplen de todas maneras Woods, tras una década de existencia y un montón de discos bajo el brazo me parece han logrado al fin el ansiado equilibrio aunque queda sembrada la incertidumbre frente a su futuro: ¿Fue With light and with love un destello creativo que no se volverá a repetir o la banda aún es capaz de entregar algo más ? El tiempo hablará.

6/10
Bueno, cumple.


Otras reseñas de Woods:
2014 // With light and with love

lunes, 9 de mayo de 2016

Refritos: Public Image Ltd. Vs Yeah Yeah Yeahs

Odio cuando me ocurre esto. Odio descubrir el que un tema de aquellos con los que uno goza en realidad no es más que un refrito y se sienta sobre alguna melodía olvidada por las nuevas generaciones. El hecho probablemente ocurre muchísimas más veces de las que notamos, sin embargo, cuando lo descubrimos es imposible no gesticular una decepcionante mueca.

Tampoco voy a matar a los Yeah yeah yeahs por esto, pero bueno, digamos que desde hoy la fantástica 'Heads will roll' ya no sabrá de la misma forma para mi. Y es que esa melodía alguien ya la había tocado de manera casi idéntica ... 30 años atrás. 



Algo eso si hay que darle a los Yeah yeah yeahs. La melodía no será de ellos pero al menos en materia de arreglos mejoraron bastante el asunto, no? ¡La original de PiL es rematadamente mala...!


viernes, 6 de mayo de 2016

PJ Harvey : The Hope Six Demolition Project (2016)

Única en su especie. 

En medio de un mar de artistas femeninas cuyas temáticas no escapan del amor, desamor y relaciones varias, una mujer como PJ Harvey enaltece al género. Y es que ella es sencillamente única. 

Tras haber entregado uno de los mejores discos de su carrera y, en opinión de quien escribe, el mejor álbum de todo 2011, Polly Jean Harvey vuelve a la carga. Se ha tomado su tiempo para ello aunque direcciones musicales no ha modificado demasiadas, de ahí que The hope six demolition proyect corra desde ya un serio riesgo: quedar empantanado bajo la sombra de su antecesor. Sin embargo, esta mujer anda tocada por la dicha, por lo que pese a la odiosa e inevitable comparación me parece vuelve a salir bien parada. 

Y es que si Let England shake fue un álbum enfocado en el historial bélico de Inglaterra esta vez la mujer ha decidido entregar su aguda mirada acerca del dolor desde otras perspectivas y lugares del mundo. Su nuevo álbum se ha inspirado particularmente en tres sitios: Afganistan, Kosovo y Washington D.C, contextos que la mujer visitó durante estos años junto al fotógrafo Seamus Murphy y desde donde surgieron todas las canciones e historias que componen su nuevo trabajo. Las miradas entonces varían pero la fiereza sigue ahí, intacta. De esta manera PJ Harvey realiza su ejercicio nuevamente con elegancia, inteligencia y estilo, regalando ciertos matices pero siendo igual de cruda y efectiva, aunque a diferencia de lo abordado en su anterior álbum, esta vez  ha decidido desempolvar las guitarras (en compañía de Flood y John Parish en producción), algo que se aprecia de inmediato en la apertura con la coreable 'The community of hope', seguida de una golpeada 'The ministry of defeance'. Siguiendo con las canciones, tendría que mencionar los momentazos que regalan 'A line in the sand', con esos exquisitos agudos llevados al límite por la vocalista, 'Near the memorials of Vietnam of Lincoln' (otra que apunta a la canción himno estilo 'Give peace a chance' de John Lennon) o ´Medicinals' pero ciertamente el nivel general del disco es regular y cumple a cabalidad. 

Superar una obra maestra resulta imposible pero a sabiendas de aquello, The hope six demolition proyect es un álbum que merece de tu tiempo. Los años avanzan, ya son prácticamente 25 de carrera para PJ Harvey, por lo que evidenciar el nivel creativo, la dedicación y personalidad que la mujer continúa colocando en cada uno de sus proyectos no puede sino llevarnos a admirarla cada vez más. 

¿Canciones? 'The ministry of defeance', 'Near the memorials of Vietnam of Lincoln' y ´Medicinals'

7/10
Muy bueno.


Otras reseñas de PJ Hayvey:
2011 / Let England Shake

martes, 3 de mayo de 2016

Adelanto: Radiohead // Burn The Witch


Lo primero que quisiese transmitir frente al regreso de Radiohead es el gusto de volver a percibir a la banda y no a Thom Yorke en solitario, que era lo que transmitió aquel 'Lotus flower' de 2011 seguido de un confuso King of limbs. De paso también tenemos a los ingleses retomando el "formato canción", con una estructura tradicional y una extensión que no va más allá de lo preciso, pese a que el tema en materia de arreglos no se queda. Todo esto parece indicar, aunque aún de manera muy somera, el que esta vez los tipos se han tomado el asunto un poco más en serio.

Que el tiempo haga lo suyo pero por ahora recibimos con gusto este 'Burn the witch', lo nuevo de Radiohead tras cinco años de silencio. ¡Bienvenidos sean!

domingo, 1 de mayo de 2016

Ihsahn: Arktis (2016)

Por sobre el bien y el mal.

A quince años de haberse editado el último registro en estudio de la mítica banda de black metal Emperor, su líder y principal creativo continúa volando con alas propias. Como alguna vez en su momento hizo Rob Halford o el mismísimo Bruce Dickinson, Vegard Sverre Tveitan (a.k.a Ihsahn) se enmarca dentro de aquellos valientes que contra todo pronóstico ha decidido nadar contra corriente y desmarcarse de la nostalgia. Con este, son seis discos en una década (ojo al dato: más de los que editó junto a Emperor), los cuales lo han guiado por un camino que en ocasiones ha conectado de alguna forma con su pasado (Angl/After de 2008/2010 respectivamente) mientras que en otro se ha lanzado con mayor fuerza a la experimentación (Eremita/Das Seelenbrechen de 2012/2013). Arktis continúa entonces aquella senda indagatoria en donde Ihsahn de alguna manera ha querido ir más allá de lo esperado, pidiendo consejo a varios cercanos (ha trabajado acá con Einar Solberg de Leprous y Matt Heafy de Trivium, entre otros), tocando prácticamente todo lo que suena en el álbum e incorporando una serie de interesantes arreglos que definitivamente han llegado para quedarse y enriquecer su trabajo, consagrándolo de paso como uno de los creativos más talentosos del momento. 

Nos encontramos así con un álbum por sobretodo diverso y que, a diferencia de su antecesor de 2013, no se vuelve pesado en ningún momento. Ihsahn dispara en múltiples direcciones esta vez, dando la partida con bastante dinámica en 'Disassembled', que se sostiene sobre un sólido riff de guitarra e incorpora melódicos quiebres y coros en donde se aprecia el aporte vocal del mencionado Einar Solberg, para luego dar paso a la oscuridad de 'Mass darkness', una de aquellas que sin medias tintas apunta directo a la médula del metalero. Igual de efectiva, aunque con mayores matices en materia de arreglos resulta ser 'My heart is of the north' mientras que la pasada por 'South winds' + 'In the vault' desenfunda totalmente el abanico creativo que Ihsahn ha querido abarcar en esta ocasión, la primera abre con unos teclados a la Rammstein y durante casi seis minutos entrega una notable estructura que es intensa pese a jamás reventar como uno habría esperado mientras que la segunda regala notables explosiones en los coros (excelentes juegos vocales acá). 

Entrando en el nudo del disco aparece 'Until I too dissolve', una en donde Ihsahn se disfraza de Devin Townsend para moverse entre lo melódico y lo gutural, le sigue el metal progresivo de 'Pressure', una pausa en las revoluciones de la mano de 'Frail' + 'Crooked red line', las cuales deambulan entre lo acústico y lo eléctrico incorporando incluso arreglos de saxo en algún momento para llegar así al espectacular cierre que propone 'Celestial violence', probablemente el mejor tema de todo el trabajo. 

No hay segundo de desperdicio en los 50 minutos de música que Ihsahn nos ha regalado esta vez y que seguramente se enmarcarán dentro de lo mejor que oiremos en este 2016. Creativamente hablando el noruego ha sabido nutrirse y escuchar a esta nueva generación de músicos jóvenes que se ubica por sobre cualquier tipo de etiqueta, lo cual inevitablemente lo sitúa lejos del black metal purista que él mismo ayudó a consolidar dos décadas atrás, sin embargo, su grandeza reside precisamente ahí, en la capacidad que ha desarrollado para no estancarse y no necesitar (aún) de la nostalgia para sobre vivir. 

9 / 10

¡Brillante!